sábado, 4 de abril de 2020

Dificultades psicológicas en el confinamiento


Esta crisis sanitaria y estado de alarma al que nos hemos enfrentado de repente, nos convoca a poner en marcha nuestros recursos personales para afrontar esta nueva situación.
El confinamiento (no completo ya que se pueden realizar algunas gestiones) es un reto para todos nosotros.  Para colmo la red está llena de bulos e informaciones confusas que sólo pretenden asustarnos y confundirnos más si cabe  (recordemos que hasta para los científicos es algo nuevo, un virus del que aún no se saben muchas cosas).

Mi consejo es que lo afrontemos con resignación positiva.  Hay que salir de la frustración, trascender a la situación y sacar lo mejor de nosotros mismos, dejando fuera el odio y ayudando también a nuestro entorno con nuestra actitud, cosa que  nos repercutirá positivamente de vuelta a nosotros mismos.

Además de las cuestiones que se están repitiendo mucho estos días:  mantener una rutina de actividades, sueño y alimentación.  Hacer ejercicio en casa, mantener contacto con los seres queridos, no ver las noticias en exceso....

La mayor dificultad es el aburrimiento, el enfrentarnos a nosotros mismos.  Muchas veces suplicamos tener tiempo libre, pero cuando lo tenemos de verdad, nos sorprendemos en una angustia.  En este mundo hiperactivo en el que vivimos, nos hemos acostumbrado a no tener tiempo de mirarnos hacia adentro, de hacer introspección.  Así que cuando nos quedamos a solas y sin actividad, !sorpresa!: aparece ese casi desconocido que hay dentro de nosotros, al que no solemos hacerle mucho caso.

En personas que ya padecían algún trastorno o sufrimiento psicológico, esto se acentúa, y es necesaria la ayuda más que nunca.  Por ello es que se han puesto varios servicios de ayuda psicológica telefónica (Cruz Roja 968 22 22 22)  y que los psicólogos particulares estemos ayudando vía teléfono u online. (el mío 610907876)


Dificultades derivadas del Coronavirus:

·         El Covid19 crea mucha incertidumbre y confusión, al ser la situación y el virus excepcional.
·         El confinamiento provoca estrés (mucho tiempo libre en casa, sin las ocupaciones habituales, el reto de trabajar on-line…)
·         Las personas con miedo a las enfermedades sufren más.
·         La información constante en los medios de comunicación, cuando no se sabe dosificar,  genera sensación de pérdida de control.
·         La pérdida de relación social directa con las personas importantes que no residen en la vivienda crea sentimientos de soledad (personas que viven solas, parejas que no conviven…)
·         Soledad y estigmatización  en las personas que viven solas, que han decidido aislarse o que están obligados a aislarse por cuarentena.
·         La culpa por creer que no se ha hecho suficiente en su trabajo, en el caso de los sanitarios.
·         La culpa por creer haber contagiado a un familiar o allegado.
·         La dificultad en los duelos, al no poder llevar a cabo los ritos de despedida y duelo habituales.


Algunas medidas para cuidar nuestra salud psíquica son:
·         mantener relaciones sociales a través de teléfono, chats, videoconferencias…
·         buscar apoyo social (desahogarse, expresar nuestros sentimientos y miedos)
·         Buscar apoyo profesional (psicólogo, asesor laboral…)
·         No avergonzarse de pedir ayuda.
·         búsqueda de soluciones a problemas y conflictos
·         Aferrarse a los valores, a las creencias religiosas.
·         Informarse adecuadamente por fuentes fiables y científicas.
.      No dejarse arrastrar por el odio de las redes sociales.


  

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